Virginia Woolf mira por una ventana mientras habla con los pájaros. Los animales seguramente no le entienden, ni se detienen, ni son concientes que allá abajo, con los bolsillos llenos de piedras, una señora que le habla al cielo se alegra por ellos. Y se alegra porque sabe que cada momento es el último y porque la contemplación de un paisaje es otra forma de morir. Una futilidad demasiado hermosa y demasiado inútil: Pessoa: Lo inútil es bello porque es menos real que lo útil, que se continúa y prolonga, al paso que lo maravilloso fútil, lo glorioso infinitesimal, se queda donde está, no pasa de ser lo que es, vive libre e independiente.
Marguerite Yourcenar: No vemos dos veces el mismo cerezo, ni la misma luna sobre la que se recorta un pino.
...
Me pregunto si los muchos libros cansarán, si un día esa cita de todos los días ante el papel y la tinta se cancelará, y los ojos, tan cansados, no distingan las formas, las apariciones de la luz.
Renard: Nieve sobre el agua: silencio sobre silencio.
16 comentarios:
...
Toda la razón.
Los dos son unos mostros de la razón, tanto en forma como en contendio.
La cosa, Tomás, es peor aún:
"Ernst Jünger sobre la lectura continuada: "Si cada día se añaden unos ladrillos, al cabo de sesenta u ochenta años se podrá vivir en un palacio". ¿Será cierto? El anciano sabio ¿no se encuentra al final también ante una casa abierta, carbonizada, cuya puerta cuelga incierta de los goznes?" (Botho Strauss, 'Parejas transeúntes'Alfaguara 1986, página 109)
Nada vale, pues, ni el sabio encogimiento de hombros de Anónimo ni tu respuesta zen.
Jajajaja. No entiendo nada de nada de nada. !Qué maravilla!. Una mujer le habla a los pájaros. Un viejo hace un castillo con 29 mil 200 ladrillos (80 años).Teniendo en cuenta que el Empire State tiene más de 10 millones de ladrillos, no sería un castillo muy grande, pero en fin. Tampoco entiendo lo de mostro, debe ser por lo que nos mostra en su polémico texto Tomás. Mejor dicho, creo que lo único que queda en claro son los puntos suspensivos.
No podría reírme más con el comentario de Carlos... Muchas gracias.
Carlos A. dixit:
"No entiendo nada de nada de nada."
"...lo único que queda en claro son los puntos suspensivos."
Has conseguido la iluminación, pequeño saltamontes.
Y la niña de la sonrisa bonita que decía que éramos tan impersonales...
Oiga, Carlos, lo de mostro es porque vi una película que se llama mosters inc. Creo que de ahí sale, un día destos se la mostro, mostro.
El asunto está muy claro:
Tomás escribe:
"Virginia Woolf mira por una ventana mientras habla con los pájaros. Los animales seguramente no le entienden."
Carlos Augusto confiesa:
"No entiendo nada de nada de nada."
Como dicen los abogados en las películas: No más preguntas, su Señoría.
Sólo cuando son académicos, ordenados y demasiado claros. Esta entrada se tira mi comentario y eso me alegra, claro...
Podría parecer más cristiano que Cristian, pero ahora resulta que los hombres no somos animales. Me imagino que los animales a los que se refiere Tomás son las aves. Pero si se refiere a todos las especies, como lo quiere hacer parecer el benemérito doctor Calle, entonces tendré que decir que soy uno, humano, que entendió lo mismo que las aves. A lo mejor porque los gorjeos no me dejan dilucidar los sentidos.
Blogger Tomás D. Rubio dijo...
Toda la razón.
27 de julio de 2009 20:23
La vindicación fervorosa de tu condición, me trajo a la memoria:
http://www.youtube.com/watch?v=Arh2Y1zdhic
Publicar un comentario